La orientación se concibe dentro de la educación preescolar como un enfoque formativo, preventivo y remedial al atender a los educandos en sus necesidades y oportunidades y al propiciar actitudes y hábitos para un desarrollo eficiente en la vida cotidiana.
Orientación educativa a niños de nivel inicial.
El período de la infancia es decisivo, constituye la etapa de la vida del ser humano en que se definen las principales características de su desarrollo, tanto físico como psíquico y se producen los principales aprendizajes básicos para su futuro desempeño personal y social. La infancia psicológica y físicamente bien atendida favorece el desarrollo de una personalidad más plena y segura.
La orientación ayuda al niño en el proceso de adquisición de los contenidos (conocimientos y destrezas) de las diferentes materias que conforman el currículo de la escuela, esto mediante la adecuación de los individuos a las exigencias de los diferentes programas educativos y la adecuación de los programas a las peculiaridades de los sujetos, además de que intenta desarrollar competencias y habilidades en el niño, para aprender a aprender.
Las experiencias que vive el niño en sus primeros años serán las que sienten las bases para su personalidad y su desarrollo futuro, por tal motivo la orientación educativa ayuda en la etapa de educación preescolar a poder prevenir problemas de aprendizaje, de participación, de desintegración, etc.
La orientación en esta etapa, intentará fortalecer en el niño, aptitudes y habilidades para resolver problemas y adquirir confianza en sus propias fortalezas y debilidades. También se encargará de hacer que estos se conozcan a sí mismos y a su entorno, y conozcan las posibilidades que le ofrecen la sociedad, la escuela, la familia y su propia persona.
La orientación educativa apoya a los docentes de nivel inicial.
La orientación le muestra al docente de nivel inicial, cómo llevar a cabo el principio de prevención primaria, que es una intervención para la eliminación de causas que suscitan la aparición de problemas en una población-riesgo, dirigida a todos los niños, no únicamente a los sujetos potenciales de un problema. Para así ayudar a los alumnos a prevenir desórdenes mentales, mediante intervenciones anticipatorias a la aparición de los problemas. Lo cual redundará en una mejor adaptación de los individuos y en unas dinámicas sociales menos conflictivas.
La orientación, también apoya al docente para que sepa cómo llevar a cabo el principio de intervención educativa, el cual se integra a todos los elementos curriculares, dirigidos principalmente al apoyo cognitivo, a las dificultades del aprendizaje, al apoyo personal y al apoyo ante los problemas conductuales. La orientación apoyará al docente a realizar un diagnóstico pedagógico para reconocer las características y necesidades del desarrollo y aprendizaje de los niños, para identificar requerimientos y atención educativa y problemas o situaciones de riesgo que pongan entre dicho un desarrollo integral. El diagnostico pedagógico sirve para comprobar el progreso del alumno hacia las metas educativas en los ámbitos cognoscitivo, afectivo y psicomotor con la finalidad de tratar más eficazmente los problemas derivados de las diferencias de capacidad y rendimiento entre los alumnos; sirve para suministrar información al propio sujeto para que logre comprenderse a sí mismo; sirve para suministrar información a la familia y al centro escolar con objeto de que conozcan las causas de un determinado comportamiento del niño; y sirve para adaptar los aspectos de la situación enseñanza-aprendizaje a las necesidades y características del alumno para asegurar la superación de los retrasos, inadaptaciones, conflictos, etc.